"Camilo Porta supo encontrar como nadie, si acaso como Zuloaga, la dificilísima hermosura del paisaje guipuzcoano, del profundo rasgo del hombre donostiarra, del pescador del Cantábrico..." Diario cultural - 1977 - A.S.
Formación en la Escuela
Superior de Bellas Artes de
San Fernando de Madrid.
Realización de retratos y composiciones figurativas como "Los Arlequines" (2ª Medalla del Salón de Otoño, 1952), obra crucial de sus comienzos.
Pintura postcubista y figuras con tintes renacentistas y paleta de grises. Su aptitud muralista de desarrolla en múltiples obras de Arte Sacro.
Mantiene su paleta de grises. En sus composiciones el “Hombre”, la figura humana, es el centro. Obra de marcado expresionismo que culmina al introducir el MAR, un mar amenazante, caótico y nocturno, como muestra su exposición “Camilo Porta y el Mar” en 1976, punto culminante de toda su trayectoria. Surgen los temas poéticos y humanos, como la pareja, la maternidad, la soledad del hombre…
Su paleta se vuelve más colorista. La figura humana persiste en sus composiciones, con carácter de “símbolo”. Su expresionismo se serena y se torna más poético. Como exposiciones más interesantes, las antológicas de Segovia (Torreón de Lozoya, 1983) y Jaén (Diputación, 1999).
OBRA paralela durante todas las etapas es la Naturaleza Muerta (bodegones), como complemento a la imaginativa de sus composiciones.
El Retrato siempre tiene hueco en su lenguaje pictórico.
En el dibujo a tinta china encuentra su mayor desenvoltura y acento expresionista.