"Camilo Porta, por la rotundidez de sus formas, por la calidad de sus pastas, por algo como monumental que hay en sus obras, aunque alguna sea de no gran formato, lleva en sí un pintor que parece buscar su camino dentro de lo mural. A ello contribuye la ponderación, el orden, la arquitectura que sirve de esqueleto a sus composiciones. Aunque aún sea, para mí, un artista que busca, lo que ha hallado es suficiente para atreverse a afirmar que es un pintor de cuerpo entero."
JOSÉ HIERRO
(Nuevo Diario, 1969)
"(...) Con gruesos empastes y largos gestos, Porta nos aproxima a través de umbrosas gamas su concepción del mundo hasta trasladarlo prácticamente al interior del contemplador. Por eso ahora que la plástica se ha convertido en mera "decoración" la pintura de este artista cumple de manera cabal con la condición ética que siempre ha asistido al arte y, aunque seguramente habrá quienes le atribuyan a las concepciones de Porta atisbos sociales y literarios, para mí son fundamentalmente, excepcionalmente pintura, además de hermosísima realidad plástica."
Miguel Viribay - IDEAL (1989)
"El silencio, la soledad, la intimidad, son personajes asiduos de su obra, intérpretes intemporales que rechazan modas y viven sobriamente su naturaleza y proyección"
Editorial Formas Plásticas (1987)
El pintor se define, a ráfagas, en pintura y dibujo, ráfagas de pincel o de espátula, con que va abocentando una imagen, valorando relieves, e incluso estableciendo distancias, en un excelente tratamiento de luces y de sombras. La distribución que hace Camilo Porta de la materia, más definida en su dibujo, le confiere a la figura una vaporosidad de “acierto despreocupado”, que tiene gran eficacia expresiva. La forma queda apenas embastada, pero ya definida, y, lo que vale más, animada por una fuerza interior, que la conmueve.
M.A. García Viñolas (Diario Pueblo, 1979)